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Jesús María: Entre claroscuros, resiliencia y transformación social

En el vibrante barrio de Jesús María, los desafíos sociales y culturales de Cuba cobran vida. Descubre cómo una iniciativa periodística está transformando realidades y empoderando a la comunidad. ¡Sorpréndete con las historias y el espíritu de lucha que emergen de sus calles!

  • 14/12/2024 • 09:35
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En el corazón de Sancti Spíritus, junto a las márgenes del río Yayabo, se encuentra Jesús María, un barrio cargado de historia, complejidades y una identidad que desafía etiquetas. Más que un asentamiento, es un reflejo de los desafíos sociales y culturales de Cuba, donde las vicisitudes cotidianas se mezclan con una esencia profundamente humana. Desde el periódico Escambray se ha emprendido una iniciativa única, Es mi barrio, que busca visibilizar estas comunidades, promover la acción social y transformar sus realidades desde adentro.

El proyecto “Es mi barrio”: Más allá del periodismo

Con el aporte de la Cátedra Honorífica Juan Antonio Borrego Díaz, adscrita a la Facultad de Humanidades de la Universidad de Sancti Spíritus José Martí Pérez, el proyecto Es mi barrio trasciende lo editorial para convertirse en un motor de cambio social. Esta iniciativa conecta el ámbito mediático, organizacional y comunitario, promoviendo una visión integral de los problemas que enfrentan barrios como Jesús María.

“Queremos no solo contar las historias de estos lugares, sino ser parte activa de su transformación”, explica Alexis Correa, uno de los coordinadores del proyecto. En este contexto, Jesús María, conocido popularmente como un barrio “difícil” y “revoltoso”, se convierte en un ejemplo vivo de los retos y las posibilidades de cambio.

La vida en Jesús María: Entre luces y sombras

Jesús María es un barrio marcado por sus contrastes. Sus calles, antaño ocupadas por humildes cueripardos y almiprietos, hoy se expanden desde el río Yayabo hasta la Carretera Central, mezclando lo pintoresco con una realidad muchas veces dura. En sus rincones más profundos, el día a día está impregnado de historias de violencia, marginalidad y desigualdad.

Caruca, una residente que ha vivido más de 50 años en el corazón del barrio, relata con lucidez los eventos que han marcado a Jesús María. Desde episodios de violencia doméstica hasta ciclos de delincuencia y alcoholismo, sus historias reflejan los desafíos que enfrentan las comunidades en contextos de vulnerabilidad. “Aquí, o te integras al ambiente, o el ambiente te pasa la cuenta”, sentencia Caruca, con la sabiduría que da la experiencia.

La marginalidad, explican especialistas como Elier Abreu Rodríguez, jefe del Departamento de Prevención, Asistencia y Trabajo Social, es un fenómeno complejo que no solo responde a factores económicos, sino también a patrones culturales y familiares que perpetúan ciclos de violencia y exclusión. A pesar de los esfuerzos de la Comisión de Prevención y otras instituciones, el trabajo de transformación enfrenta desafíos como la alta rotación de personal y la falta de recursos sostenibles.

Iniciativas para el cambio

Conscientes de la necesidad de una intervención profunda, organismos e instituciones locales han promovido proyectos culturales, deportivos y sociales en Jesús María. Uno de los más influyentes es el Cabildo Luz Divina de Santa Bárbara, un espacio que combina tradición religiosa con prácticas de convivencia y cultura comunitaria. Este cabildo no solo es un lugar de peregrinación, sino también un símbolo de la resiliencia y la identidad del barrio.

Sin embargo, las transformaciones estructurales siguen siendo un desafío. El deterioro del fondo habitacional, el predominio del trabajo informal y las conductas asociadas a la marginalidad son problemas que requieren soluciones más integrales. Según Abreu, “modificar el contexto es ideal, pero a veces, para salvar casos específicos, es necesario alejarlos de ese entorno”.

El alma de Jesús María

A pesar de sus retos, Jesús María conserva una vitalidad única. La solidaridad entre vecinos, el ambiente festivo de un juego de dominó, y el orgullo de pertenecer a este barrio son rasgos que lo diferencian. “Todo el que dice: yo soy de Jesús María, lo dice con el corazón en el medio del pecho”, afirma Caruca, resumido en una frase el espíritu colectivo que persiste entre sus habitantes.

Con iniciativas como Es mi barrio, Jesús María no solo cuenta sus historias, sino que también busca escribir nuevas páginas en las que la comunidad sea protagonista de su propio cambio. Este barrio es Cuba, con sus desafíos y sus esperanzas, pero también con la firme convicción de que la transformación es posible cuando las historias, la acción social y la solidaridad se encuentran en un mismo camino.