El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, llegó a Caracas para asistir a la XXIV Cumbre del ALBA-TCP, un evento que celebra los 20 años de esta iniciativa de integración regional impulsada por los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez. A su llegada, el mandatario fue recibido por el canciller venezolano, Yvan Gil, y destacó la importancia de la unión entre los países de la región para enfrentar desafíos comunes. En un mensaje publicado en sus redes sociales, Díaz-Canel expresó: “Llegamos a Caracas, donde reposan los restos del Libertador y de Chávez. Cumple 20 años el ALBA-TCP y aquí estamos para ‘que sus fuerzas sean invencibles por la unión’, como quiso José Martí”. El evento, bajo el lema "Un abrazo que marcó el rumbo de nuestra historia", coincide con el bicentenario de la batalla de Ayacucho y busca consolidar los lazos de cooperación entre los países miembros, incluidos Venezuela, Bolivia, Nicaragua y varias naciones del Caribe. Retos energéticos en Cuba El viaje del mandatario ocurre en un contexto de desafíos internos, particularmente en el sector energético, que ha visto una reducción temporal en el suministro de combustible y electricidad debido a factores externos e internos. A pesar de estas dificultades, el gobierno cubano trabaja en estrategias para mitigar el impacto en la población mientras mantiene su compromiso con la cooperación regional. La participación de Cuba en esta cumbre refuerza su papel en el ALBA-TCP como un actor clave en la búsqueda de soluciones conjuntas y el fortalecimiento de la solidaridad entre los países de América Latina y el Caribe.