Cuba experimentó un nuevo apagón masivo que afectó a gran parte del país, dejando sin electricidad a millones de personas y evidenciando el grave colapso del Sistema Energético Nacional (SEN). El evento ocurrió durante la noche del martes, en medio del peor déficit energético registrado en 2024. La estatal Unión Eléctrica (UNE) informó que la brecha entre la oferta y la demanda energética alcanzó el 52 %, el nivel más alto del año bajo condiciones normales. Este desajuste llevó a la desconexión de circuitos en todo el territorio nacional, marcando un nuevo hito en la crisis energética que afecta a la isla. Según datos oficiales, la capacidad de generación eléctrica apenas llegó a 1.556 megavatios (MW), mientras que la demanda estimada era de 3.080 MW. Durante las horas de mayor consumo, la diferencia alcanzó los 1.524 MW, provocando afectaciones que superaron los 1.590 MW en todo el país. Apagones prolongados y denuncias ciudadanas Ciudades como La Habana y Santiago de Cuba han sido particularmente afectadas. En La Habana, los apagones superaron las cinco horas, mientras que en Santiago de Cuba la electricidad solo estuvo disponible durante cuatro horas al día. En redes sociales, los cubanos expresaron su frustración. Un residente de Villa Clara relató haber pasado 14 horas sin electricidad, mientras que en Mayabeque otros reportaron más de 12 horas sin servicio. El apagón se suma a semanas de cortes recurrentes, resultado del deterioro estructural del SEN. Las termoeléctricas, muchas de ellas con más de 40 años de explotación, sufren averías constantes debido a la falta de mantenimiento y a la ausencia de inversiones significativas. A esto se añade la escasez de combustible, vinculada a la falta de divisas para su importación. Impacto previo y respuesta del gobierno El nuevo colapso ocurre semanas después de otros incidentes graves. En octubre, una avería en la termoeléctrica Antonio Guiteras provocó un apagón total en el país, del cual tardaron tres días en recuperarse. Ese mismo mes, el huracán Rafael causó otra desconexión completa del sistema eléctrico. Los apagones también han desencadenado protestas en varias localidades. El gobierno confirmó recientemente la detención de un número indeterminado de personas bajo cargos de "desórdenes públicos" y "daños". Organizaciones de derechos humanos han denunciado arrestos arbitrarios y citatorios en estaciones policiales, agravando las tensiones sociales. Una economía en retroceso La crisis energética no solo afecta la vida diaria, sino que también impacta la economía del país, que sufrió una contracción del 1,9 % en 2023. Con apagones cada vez más frecuentes y prolongados, el descontento social sigue en aumento, poniendo en evidencia la urgencia de soluciones estructurales a largo plazo para enfrentar esta crisis.